Obras sin Estudio de Impacto Ambiental: Caso Trocha Fronteriza.

Autores: Ana Luisa Elizondo, Allan Delgado, Luis Diego Sancho.


 

Figura 1. Impacto de la Trocha fronteriza al medio ambiente. Obtenido de www. youtube.com

Generalmente los proyectos cuentan con Estudios de Impacto Ambiental (EsIA), y a partir de estos estudios se pueden observar maravillosas ideas para la reducción del Impacto del proyecto. Pero, existe otra realidad en Costa Rica, proyectos que se desarrollan sin un adecuado EsIA, para ilustrar la problemática de este tipo de casos es que en las siguientes líneas se desarrollará un estudio de caso de la construcción de la Ruta fronteriza 1856, Juan Rafael Mora Porras, más conocida como la Trocha Fronteriza, ya que se anunció como una obra que salvaguardaría la soberanía nacional pero luego de 7 años la realidad es otra.

Estudio de Impacto Ambiental

Antes de entrar en detalles del caso, es necesario establecer conceptualmente lo que se entenderá por EsIA, para esto nos basaremos en la definición de (Gómez Orea, 1994) citado en (Leal & Rodríguez Fluxia, 1998, pág. 6):

Proceso encaminado a identificar, predecir, interpretar, prevenir y comunicar, por vía preventiva el efecto de un proyecto sobre el medio ambiente; y en cuanto instrumento/procedimiento administrativo de control de proyectos que, apoyado en un estudio técnico sobre las incidencias ambientales de un proyecto (EIA) y en un trámite de participación pública, permite a la autoridad ambiental competente emitir una Declaración de Impacto Ambiental rechazando, aprobando o modificando el proyecto”.

Y el objetivo de este estudio es como lo dice (Conesa Fdez, 1993) citado por (Leal & Rodríguez Fluxia, 1998, pág. 6) “estas evaluaciones pretenden, como principio, establecer un equilibrio entre el desarrollo de la actividad humana y el medio ambiente”.

Partiendo de estas definiciones que dejan un panorama bastante claro sobre lo que es un EsIA y su principal objetivo, se puede, ahora sí, entrar en detalles sobre el caso de la Ruta 1856 (Trocha fronteriza). A modo de introducción, se debe aclarar que las relaciones diplomáticas entre Nicaragua y Costa Rica han sido buenas, sin embargo, a lo largo de los años se han repetido disputas debido a temas fronterizos.

Antecedentes

Estas disputas fronterizas se han dado desde antes de 1858. Como lo señala la reconocida historiadora Clotilde María Obregón (2002, pág. 101):

Para evitar un conflicto bélico el 15 de abril de 1858 se firmó el documento conocido como “Tratado de Límites Cañas-Jerez” (…). En 1886 el gobierno de Nicaragua no quiso reconocer la validez del tratado firmado en 1858, alegó que ellos no lo habían ratificado correctamente y que en consecuencia debía declararse nulo. Dicha situación se sometió a un arbitraje ante el presidente de Estados Unidos de América, señor Grover Cleveland, quien da la razón a la eficacia del tratado, mediante lo que se conoce como el Laudo Cleveland.”

Además, haciendo un breve repaso solamente por el portal electrónico de la Corte Internacional de Justicia (2017), se puede apreciar la recurrencia de los casos que han llegado a instancias de demandas internacionales. Se reportan demandas en los años 1986, 2005, 2010, 2011, 2014 y 2017; esto sin contar las denuncias que ha habido en otros foros diplomáticos.
tratado

Figura 2. Firma del tratado fronterizo Cañas – Jerez. Obtenido de http://www.archivonacional.go.cr/imagenes/rinedu_limnicaragua_clip_image002.jpg

Caso trocha y canal Interoceánico

El caso de la Trocha Fronteriza se genera a partir del anuncio del Presidente nicaragüense Daniel Ortega, de construir un Canal Interoceánico. A partir de este anuncio, en los meses siguientes Costa Rica va a empezar a denunciar al Gobierno de Nicaragua por invasiones a territorio costarricense, así como daños a ecosistemas costarricenses por parte de las obras del Canal Interoceánico.

Como señala Nicolás Boeglin (2013, pág. 4), el manejo de la crisis suscitada con Nicaragua a partir de octubre del 2010 no fue el mejor por parte de las autoridades de Costa Rica y asistimos a una verdadera escalada en el conflicto. Como consecuencia de esas acciones es que se ordena la construcción de la Ruta 1856 – Juan Rafael Mora Porras.

carretera

Figura 3. Carretera al margen del río San Juan. Obtenido de http://www.elpais.cr/frontend/noticia_detalle/1/63675

Decreto de Emergencia y EsIA

La construcción la denominada Trocha Fronteriza, se realizó patrocinada por un Decreto Ejecutivo de Emergencia Nacional Nº 36440-MP (Comisión Nacional de Emergencias, 2011), que amparó al poder Ejecutivo encabezado por la Presidente Laura Chinchilla a realizar la obra de construcción o mejora de caminos, sin la necesidad de estudios, entre ellos sin un adecuado EsIA. La obra comprende una primera fase de 155 km para el tramo Los Chiles-Delta Costa Rica, de los cuales 120 km van de forma paralela al río San Juan.

Principales consecuencias de no hacer EsIA.

Con el pasar de los años, las consecuencias de no hacer un adecuado Estudio de Impacto Ambiental para la construcción de la “Trocha fronteriza” se han hecho más notables. En su momento diversos grupos ambientalistas alzaron la voz para denunciar los daños ambientales.

Uno de los pocos defensores de la obra fue el geólogo Allan Astorga, especialista en sedimentología y evaluación de impacto ambiental. Quién en la Revista de la Universidad Nacional Ambientico (2012, pág. 5), asegura que los impactos ambientales generados siguen siendo locales y directos, es decir limitados al área del proyecto y de una pequeña área de influencia directa, ya que, menciona que los terrenos que fueron modificados son pastizales y no boques primarios.

Freddy Pacheco, Biólogo de profesión y Especialista en EsIA, afirma en la misma Revista de la Universidad Nacional Ambientico (2012, págs. 5-7), que los procesos de la Trocha se fundamentaron en la legalidad con el Decreto de Emergencia Nacional, basándose que Costa Rica no únicamente estaba ante una situación de amenaza (invasión de Nicaragua a Isla Calero, territorio Costarricense), sino que se estaba viviendo lo que la misma ley define como peligro latente provocado por el hombre, capaz de producir efectos adversos en las personas, bienes y los servicios públicos.

Afirmando, que la Ley Orgánica del Ambiente sigue incólume, no se le está degradando y sigue vigente, pues los actos que permitieron alcanzar la meta propuesta se dieron bajo el contexto de la excepcionalidad, según lo permiten la Constitución y las leyes.

Sin embargo, tal y cómo se cita en (Mons & van Dijck, 2015) otro estudio liderado por Victor Campos del Centro Humbolt et al. (2012) señala que las consecuencias ambientales van más allá de lo señalado por Astorga.

El estudio enfatiza sobre la proximidad de la carretera a los altamente frágiles y únicos corredores biológicos, El Castillo-San Juan-la Selva y la reserva Biológica Indio Maíz, dos nudos cruciales del Corredor Biológico Mesoamericano. De acuerdo a este estudio, 44 especies están siendo afectadas en su rango de movilidad acuática y terrestre a causa de la ruta 1856, y más de seiscientos especies han sido afectadas por la fragmentación del hábitat.

El estudio enfatiza sobre la proximidad de la carretera a los altamente frágiles y únicos corredores biológicos, El Castillo-San Juan-la Selva y la reserva Biológica Indio Maíz, dos nudos cruciales del Corredor Biológico Mesoamericano. De acuerdo a este estudio, 44 especies están siendo afectadas en su rango de movilidad acuática y terrestre a causa de la ruta 1856, y más de seiscientos especies han sido afectadas por la fragmentación del hábitat.

En esta misma línea, cabe rescatar el trabajo que hicieron Campos, Montenegro, & Ruiz, que estudiaron 10 puntos del río San Juan para determinar el impacto de las obras en la trocha sobre la calidad del agua de este río nicaragüense.

cuadro 1

Figura 4 . Resultados obtenidos de la calidad de agua en los diferentes puntos de muestreo a lo largo del Río San Juan. Fuente: (Campos, Montenegro, & Ruiz, 2012)

En cuanto a la calidad del agua, los análisis mostraron un incremento sustancial en Sólidos Suspendidos Totales (SST), en los tramos más próximos al río (cercanos a los 15 metros según Astorga, 2012), que se le atribuyeron a los proceso constructivos en diferentes puntos de la trocha y no en la totalidad de la misma, además de una importante presencia de plaguicidas que son producto de los procesos productivos de la zona costarricense y no por influencia directa de las obras de construcción (Campos, Montenegro, & Ruiz, 2012).

Con las obras, la mayor afectación se presenta al recurso suelo, con cambios apreciables en su uso, modificaciones en sus horizontes y en la topografía de la zona, generando problemas de riesgo (ver cuadro 2) para la población, mostrando los estudios que la afectación en la calidad del suelo es de media a alta.

cuadro 2

Figura 5. Balanceo de Riesgo promedio. Análisis de Emplazamiento y Vulnerabilidad. (Campos, Montenegro, & Ruiz, 2012)

Otra opinión de experto que dista mucho con la externada por Astorga y Pacheco es la de Mauricio Álvarez representante de OILWATCH, quién en un foro llamado “Agua en Centroamérica: Oportunidades para la solución de conflictos” (2012) plantea que las obras realizadas hasta el momento han generado:

Impactos directos: Deforestación de 35 ha, aperturas a tajos (3 con autorización y varios sin permiso), afectación de 71 cuerpos de agua (43 quebradas, 17 depresiones naturales, 11 drenajes artificiales y 11 canales), tala de más de 1200 árboles, irrespeto a áreas de protección e inundación del río San Juan.

tajo

 Figura 6. Tajos sin permisos en áreas de protección. Obtenido de: http://tragua.com/wp-content/uploads/2012/12/impactos-ambientales-de-la-trocha-fronterizaMauricio-Alvarez.pdf

Además, Álvarez señala que hay una gran afectación a los humedales, solo en los primeros 49 kilómetros inspeccionados por el Tribunal Ambiental, los especialistas detectaron afectación de más de 10 humedales y cuerpos de agua, según consta en el informe técnico del TAA.

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Figura 7. Construcción de carreteras en humedales. Fuente: http://tragua.com/wp-content/uploads/2012/12/impactos-ambientales-de-la-trocha-fronterizaMauricio-Alvarez.pdf

Otros problemas de la Ruta 1856

Como dato adicional, cabe rescatar que la obra no solo presentó el problema de carencia de un EsIA, por ejemplo, en cuanto a la carretera en sí, se determinaron problemas constructivos que se evidencia en el informe INF-PITRA-014-12 «Gira de Reconocimiento a Ruta 1856 – Juan Rafael Mora Porras Trocha Fronteriza» (PITRA-LanammeUCR, 2012), del LanammeUCR.

Tales problemas abarcan estructuras de drenaje inconclusas, taludes de corte y relleno inestables que pueden colapsar, carencia de estructuras de drenaje por lo que se presentan sitios de erosión y socavación, material granular de superficie de ruedo de mala calidad que se erosiona con el paso del agua y de los vehículos, carencia de puentes, movimiento de tierras desproporcionados en relación con el ancho del camino, uso de estructuras de drenajes no convencionales (no funcionales), falta de control de calidad de los materiales utilizados, carencia de estudios básicos de ingeniería tanto para el diseño como para el proceso constructivos, entre otros.

Conclusiones

Es innegable que la construcción de una carreteras, sobre todo en zonas de bosque denso, genera impactos ambientales, el hecho de que se declare la necesidad una carretera no es una excusas para no realizar estudios de impacto pues a partir de ello se establecen medidas de mitigación de los posiblies efectos, mismos que van desde la pérdida de capa vegetal, cambios en la elevacion de las aguas subterránea, cambios en el patrón natural de drenaje,  tala no planificada de árboles, contaminación de cuerpos de agua, daño o destruccción de hábitat, entre otros.

No existe homogeneidad de criterios expertos en cuanto a los impactos ambientales provocados por la trocha fronteriza, más parece una apelación al nacionalismo exacerbado por parte de algunos especialistas que a estudios científicos.

El Río San Juan es Nicaragüense, no obstante el importe mayoritario de agua proviene de las cuencas de los ríos de Costa Rica, no obstante, eso no provee derecho a contaminar este importante cuerpo de agua, como también con el Tratado Cañas Jerez los costarricenses tienen derecho a navegar sobre el margen derecho del río.

La trocha fronteriza tiene una connotación política más que ambiental y por esa razón, de salvaguardar la soberanía nacional, es que se declara un Decreto de Emergencia Nacional evitando de esta forma tardar hasta  años realizando EsIA en toda la cuenca del Río San Juan.

Referencias

Álvarez Mora, M. (2012). Daños ambientales generados por la construcción de la carretera 1856. Agua en Centroamérica: Oportunidades para la solución de conflictos. Nicaragua: http://tragua.com/wp-content/uploads/2012/12/impactos-ambientales-de-la-trocha-fronterizaMauricio-Alvarez.pdf.

Astorga, A. (2012). Aspectos ambientales del camino paralelo al río San Juan. Ambientico, 4-7.

Boeglin, N. (1 de abril de 2013). La denominada «Trocha fronteriza» en Costa Rica desde una perspectiva internacional: Breve análisis. Obtenido de Dialnet: https://www.google.com/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=1&cad=rja&uact=8&ved=0ahUKEwi-1rbwjorTAhWDPiYKHcatBwEQFggZMAA&url=https%3A%2F%2Fdialnet.unirioja.es%2Fdescarga%2Farticulo%2F5467056.pdf&usg=AFQjCNHTgh_JFIef1tNcHf6-N5aAl_QgBw&sig2=l2Sd0tTSiBeS-

Campos, V., Montenegro, S., & Ruiz, A. (Diciembre de 2012). Valoración de Impactos Ambientales Causados por la Construccion de la Ruta 1856. Obtenido de Instituto Nicaraguense de Estudios Territoriales: http://webserver2.ineter.gob.ni/boletin/2012/12/C_Humboldt_Estudio_Impacto_Rio_San_Juan_220113.pdf

Comisión Nacional de Emergencias. (7 de Marzo de 2011). Alcance N° 14 de la Gaceta N°46. Obtenido de Comisión Nacional de Emergencias: https://www.cne.go.cr/Documentos/planes_grales_emergencia/Calero.pdf

Conesa Fdez, V. (1993). Guía metodológica para la Evaluación de Impacto Ambiental. Conceptos y Antecedentes Básicos. Santiago: Mundi-Prensa.

Corte Internacional de Justicia. (2017). Cases. Obtenido de International Court of Justice: http://www.icj-cij.org/docket/index.php?p1=3&p2=2

Gómez Orea, D. (1994). Evaluacipon de Impacto Ambiental. Madrid: Agrícola Española.

Leal, J., & Rodríguez Fluxia, E. (23 de Junio de 1998). Guías para la Evaluación del Impacto Ambiental de Proyectos de Desarrollo Local. Obtenido de CEPAL: http://archivo.cepal.org/pdfs/1998/S9860504.pdf

Mons, S., & van Dijck, P. (2015). Evaluaciones de los impactos potenciales de la Ruta 1856 en Costa Rica. Obtenido de Centro de Estudios para el Desarrollo Rural: http://cdr.or.cr/libro/completo.pdf

Obregón, C. (2002). Una historia de valor. San José: Universidad de Costa Rica.

Pacheco, F. (2012). La ruta 1856 «Juan Rafael Mora Porras». Ambientico, 8-11.

PITRA-LanammeUCR. (2012). Informe de Gira de Reconocimiento a Ruta 1856 Juan Rafael Mora Porras, Trocha Fronteriza. San José: LANAME.

5 comentarios en “Obras sin Estudio de Impacto Ambiental: Caso Trocha Fronteriza.

  1. Me parece un excelente análisis, ya que como se menciona en el artículo, es importante siempre tomar en cuenta las consideraciones ambientales por más premura que se tenga en la atención de las emergencias.
    Quisiera solamente añadir un comentario sobre la figura 4 del artículo, tomada del estudio de referencia de Campos, Montenegro, & Ruiz, 2012, que indica que utilizaron el Índice Biótico IBF-SV-2010 para el análisis biológico de la calidad del agua, siendo este un índice de El Salvador, cuando en Costa Rica está establecido mediante Decreto Ejecutivo 33903-MINAE-S desde el 2007, que para la evaluación y clasificación de la calidad de los cuerpos de agua superficiales del país, en el caso del monitoreo biológico los organismos indicadores de la calidad del agua que deben utilizarse son los grupos representantes de los macro invertebrados bentónicos así como también se establece como oficial el índice biológico BMWP-CR (Biological Monitoring Working Party modificado para Costa Rica por Astorga, Martínez, Springer y Flowers). Desconozco la intención de los autores del citado estudio al utilizar un índice que ni siquiera es oficial en alguno de los países involucrados en el conflicto, sin embargo debe ser parte de los cuestionamientos que también debemos hacer a la hora de analizar estos estudios.

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  2. Buen día,
    Me parece un interesante aporte el recuento de los aspectos que plantea el análisis realizado, como insumos para reflexionar sobre el valor del proceso de la EIA, así como de las deficiencias del proceso que exponen los autores.
    Desde mi punto de vista, aunque reconozco el esfuerzo nacional que ha hecho el Estado costarricense en materia ambiental y específicamente en EIA, considero que este importante proceso se ha convertido en un engorroso trámite administrativo dirigido a obtener el licienciamiento ambiental, y que lamentablemente en la mayor parte de ocasiones no se ve reflejado en logros relevantes (beneficios si se quiere ver de este modo), para el entorno socioambiental; que es presisamente donde deberían evidenciarse los resultados de este tipo de procesos.

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  3. me parece muy interesante el aporte y como se aborda la situación de las consecuencias en proyectos de desarrollo sin un plan de mitigación o identificación de los impactos ambientales, deba ver como en muchos casos el manejo de proyectos y por cumplir cronogramas muy ajustados se dejan pasar cosas por alto y las afectaciones por dichas negligencias se empiezan a notar, no puede ser que por mera declaratoria de emergencia o cualquier otra situación se haga una gran inversión en proyectos sin mediar con todos los estudios requeridos para sus desarrollos.

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  4. Un buen artículo que nos refresca la memoria en temas que muchas veces son noticia por tres dias y luego quedan en el olvido.
    Es común que los gobiernos en función de intereses creados o por desastres o eventos de la naturaleza, se decidan por aplicar, via decreto de emergencia, acciones que en una situación normal, atentan contra muchos principios de legalidad ambiental, un caso reciente tambien es lo sucedido con el «terremoto de Cinchona» o cuando han habido huracanes. Se entiende en unos casos que el tiempo pesa en función del táite legal, pero en otros, mas que evidentes, son intereses particulares que lo menos que tienien es el caracter de nacional.
    Algo que me llama la atencion es que en estas imagénns que vemos en el artículo o en el video y en otras, se nota como del lado de CR prácticamente se irrespeta la ley Forestal con respecto al artículo 33. Por el contrario del lado nicaragüense, se ve como hay bosque denso aún en muchos sectores. Esto refuerza lo que mencionan en el artículo:
    …»Impactos directos: Deforestación de 35 ha, aperturas a tajos (3 con autorización y varios sin permiso), afectación de 71 cuerpos de agua (43 quebradas, 17 depresiones naturales, 11 drenajes artificiales y 11 canales), tala de más de 1200 árboles, irrespeto a áreas de protección e inundación del río San Juan»…

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  5. Me parece que este es uno de los artículos más completos que he leído y considero que es super importante que como próximos gerentes de proyectos, tomemos conciencia acerca de la importancia de crear planes de mitigación, aun cuando la costumbre sea que se realicen bajo la marcha o cuando ocurre un desastre natural.
    La ley es muy clara y aunque es una realidad que la relación entre lo técnico y lo político muchísimas veces no es la más adecuada para los beneficios de la mayoría, es importante crear los espacios de discusión que permitan visibilizar cómo se están manejando los temas ambientales y las consecuencias tanto positivas como negativas que tienen en el mediano y largo plazo, ejecutar proyectos como el de la Trocha y muchos otros.

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